Acerca de un soneto de Pedro Segador

Aclaraciones del Bachiller Alonso a un
Soneto isabelino en que el poeta se disculpa con la jardinera desairada de Pedro Segador

Por Jesús Alonso

Es ya un lugar común en los estudios literarios considerar a P. Segador un poeta oscuro (Cfr. Mateos y Alcalde, en P. Segador: la alusión de lo inefable y también Sanabria en su Introducción a la poesía huérfana, por citar solo un par de ejemplos).

El propósito de estas líneas no es otro que el de mostrar la falsedad de esas consideraciones y, especialmente, las que hace el doctor Griñán Pajuelo (Un soneto de Segador: la alusión desvelada, en Ínsula Barataria, nº 540). Vaya por delante que postularé aquí una lectura textual del texto (si tal derivatio es aceptable) por considerar que ya se ha abusado en exceso (si tal perisología es aceptable) de las lecturas libres o interpretativas.

Vayamos, sin más dilación, con el análisis del soneto:

Pidióseme venir, Gloria, vestido
de flor o -qué valor- de mariposa.
“Quieto ahí” -respondíle al atrevido-,
“que al jardín ese irá también mi esposa.
Y si al alba, por Baco malmetido
(porque, claro, será noche gloriosa),
le exigiese el deber con su marido,
me espetara, cruel cuanto jocosa”:
“Allí el más fililí del ramillete;
burraco aquí de vino, no de hombría.
Si quieres rematar con el cohete,
dispáralo tú solo, vida mía”.
Acepta, pues, amiga, mis excusas,
fiadas, por tu pláceme, a mis musas.

Griñán Pajuelo empieza su análisis olvidando algunos aspectos formales que son destacables: el elemento del paratexto (llamado también “título”) que encabeza el poema nos advierte de que se trata de un soneto isabelino. No es exactamente así en este caso. El soneto isabelino canónico presenta la estructura ABAB CDCD EFEF GG; es decir, cuatro serventesios de rima distinta y un pareado. El que nos ocupa presenta una estructura ligeramente disímil: ABAB ABAB CDCD EE.

Sin duda, la repetición de las rimas A y B en los dos primeros serventesios hace que el soneto sea más difícil, por tener – como en el soneto italiano – que rimar cuatro veces en lugar de dos. El doctor Griñán Pajuelo parece olvidar ese importante aspecto.

El tema del poema es obvio: el poeta se disculpa ante una dama por no llevar a una fiesta la pirotecnia. El doctor Griñán Pajuelo sostiene, exageradamente a mi entender, que el poema tiene connotaciones sicalípticas, por decirlo suavemente, y hasta se atreve a ver “numerosas” (sic) alusiones de ese cariz en el texto. Veamos dos de ellas: para Pajuelo, “burraco”, que no aparece en el DRAE, significa, y cito textualmente, “excitado por el deseo”, cuando es obvia su significacion, meridiana para cualquier taurino, de “toro con manchas sucias en el vientre”.

Asimismo, interpreta “cohete”, como “metáfora formal y funcional del falo” apoyándose en Cela (Diccionario secreto): no puede haber peor autoridad para apoyar un desatino. Según el doctor Pajuelo, además, el verso 7º, “le exigiese el deber con su marido” contiene una errata y debiera decir: “le exigiese el deber a su marido”. Tal errata, inventada ad hoc para que encaje en la teoría, es solo una muestra de las erróneas interpretaciones del doctor Pajuelo.

Basten esas breves notas para desacreditarlas.

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