La última película de Woody Allen, que hace la número 41 de su filmografía como director, que fue estrenada en salas la pasada primavera y que ya está disponible en DVD es una comedia tan ligera como encantadora que cuenta la crisis sentimental y profesional de un guionista cinematográfico de éxito, de viaje prenupcial en la capital francesa junto a su prometida y los padres de esta.
Aburrido de ser turista (a pasar de que Carla Bruni le haga de guía), hastiado de su trabajo (pese a que le haya hecho millonario) y verosímilmente agotado por un insufribe pack novia + suegros + amigos, Gil –interpretado muy eficazmente por Owen Wilson, bastante más allá de un alter-ego de Allen-, soñando con acabar Su Novela y superar su frustración como escritor emulando a Los Grandes, huye cada noche de su presente y sus compromisos para caer en el encantamiento –como ocurría en Alice (1990)-, en este caso del París habitado por sus ídolos artísticos. Sigue leyendo